En esta sesión, los padres obtendrán consejos prácticos para convertir rutinas diarias en oportunidades para la lectura y el desarrollo del lenguaje. La sesión también explorará los beneficios de ser bilingüe e informará a los padres cómo abogar por los derechos educativos de su hijo.
Dicho: Quien sabe leer y escribir, a todas partes puede ir.
Como resultado de esta mini-sesión, los participantes:
- Obtendrán consejos prácticos para transformar rutinas diar
ias en oportunidades para establecer una buena base para la lectura, lenguaje y desarrollo de la escritura que incluye “interacciones reciprocas” o de “tomar turnos” y leer diariamente a los niños. - Explorarán los beneficios educativos, sociales y culturales de ser bilingüe y se sentirán preparados y seguros para abogar por los derechos educativos de sus hijos.
Datos de Referencia
El lenguaje es la manera cómo los humanos se comunican y es la base para el aprendizaje. La mayoría de los bebés y niños pequeños desarrollan las habilidades para la comunicación por medio de escuchar e imitar palabras que aprenden diariamente mediante interacciones diarias con su familia, personas que los cuidan y otras personas en sus vidas. El desarrollo infantil del lenguaje sucede más rápido durante los primeros cinco años de vida. Los niños con habilidades lingüísticas sólidas se desempeñan mejor en la escuela. El número de palabras que un niño aprende antes de entrar a la escuela (en inglés o español, u otro idioma) dirige qué tan bien aprenderá a leer, escribir y entender conceptos.
Los padres pueden asegurarse que los niños están desarrollando habilidades lingüísticas sólidas mediante actividades y juegos que promueven la conversación, el canto y la lectura. La interacción verbal entre un niño y un adulto es esencial. La lectura y tomar turnos o interacciones recíprocas son dos métodos que estimulan el desarrollo lingüístico de un niño.
Las conversaciones recíprocas entre un padre y un niño pueden cambiar el cerebro de un niño. Tomar turnos consiste en conversaciones entre dos, donde los padres intercambian expresiones faciales, balbuceos y palabras con los bebés y hablan, escuchan y reaccionan con los niños mayores. Las actividades diarias como introducir los nombres de las comidas al hacer compras en el supermercado, preguntarles cuál es su animal favorito al ir al zoológico ayudará a fortalecer el lenguaje del niño.
La lectura tiene el mayor efecto en la habilidad lingüística del niño porque desarrolla el vocabulario, los familiariza con los libros y letra impresa, y desarrolla habilidades para el razonamiento crítico. Las investigaciones indican que nuestros niños tienen mejor probabilidad de sentirse entusiasmados por la lectura y el aprendizaje y tienen menor probabilidad de quedarse atrás o dejar la escuela en el futuro si se les lee por lo menos 15 minutos al día, tres veces por semana.
Finalmente, esta sesión explorará los beneficios de criar a hijos bilingües y multilingües. Los niños pequeños pueden fácilmente dominar más de un idioma a la vez, especialmente si pueden escucharlo y practicarlo. Aunque las investigaciones muestran que los niños bilingües y multilingües aprenden mucho más fácil, aún existen mitos.
