Yolanda Garnica adoptó a su sobrino, Andrew, cuando aún no había cumplido los dos años de edad.
Su deseo era darle un hogar cariñoso y pensó que, con los ingresos estables de ella y de su esposo, podrían pagar un servicio de guardería que atendiera sus necesidades especiales.
"Andrew estaba muy atrasado, de modo que era importante buscar a alguien que no solo lo sentara y le dijera: ‘Toma, ponte a jugar con estos juguetes‘. Yo quería que tuviera un horario de lectura, de siesta, una rutina, ¿sabes?"
Sin embargo, Yolanda se esforzó por encontrar una guardería asequible que se adaptara a sus necesidades individuales. Y en cada intento se le negaba la ayuda para el cuidado del niño porque no calificaba.
“Mi esposo tiene su propio negocio y yo trabajo con el condado, así que, dado que las (inscripciones de las) guarderías dependen de los ingresos, estábamos por encima, y por lo tanto no podíamos acceder a ellas."
Además, Andrew necesitaba terapia del habla y servicios de salud mental, pero como Yolanda tenía un seguro privado, tampoco podía acceder a ayudas adicionales para su hijo.
"Andrew lidea con varios problemas dado a su pasado. No es su culpa, pero de niño sufrió situaciones (traumáticas). Hemos hecho todo lo que hemos podido, pero necesitaba más. A pesar de ello, Andrew no cumplía con los requisitos para recibir terapia porque no recibía MediCal."
Yolanda vive en Hayward, California, pero la necesidad de encontrar un cuidado infantil individual, de calidad y asequible es un problema nacional. En la reciente Encuesta Nacional de Familias Latinas del año 2022 (National Latino Family Survey 2022), en la que participaron 1.300 padres y cuidadores, se encontró que por cada cinco familias latinas, una de ellas informó que su hijo había sido diagnosticado con una discapacidad de aprendizaje o de desarrollo.
Efectos de la educación y los cuidados tempranos y de calidad
Algunos estudios demuestran que la participación en programas de cuidado infantil y educación temprana de alta calidad produce efectos longitudinales y multigeneracionales.
Los niños que participan en los programas de educación temprana de alta calidad alcanzan un mejor rendimiento académico (Brookings Institute, 2013), permanecen en la escuela por más tiempo (National Bureau of Economic Research, 2021), registran menores tasas de depresión (American Economic Journal, 2014), gozan de una mejor salud física y ganan mejores salarios (Journal of Human Resources, 2017).
Pese a los efectos positivos de los programas de educación temprana que han sido bien documentados, según un informe del 2021 por el Departamento del Tesoro de EE. UU., "los Estados Unidos actualmente está por detrás del resto de los países desarrollados en cuanto a la forma de educar a los niños pequeños."
Por más de dos décadas los investigadores especializados en la educación temprana han hecho sonar las alarmas. En el informe From Neurons to Neighborhoods: The Science of Early Childhood Development, publicado en el año 2000, los investigadores advirtieron que: "Los problemas urgentes son la incapacidad de muchos programas de educación temprana para tratar (la tristeza, el dolor y el trauma) y la gran escasez de profesionales de educación temprana con experiencia en salud mental."
"El entorno durante la infancia es importante y las relaciones enriquecedoras son esenciales," escribieron. "De hecho, cada aspecto del desarrollo humano en la infancia, desde la evolución de los circuitos cerebrales hasta la capacidad de empatía del niño, está afectada por el entorno y las experiencias vividas."
Yolanda forma parte de la mayoría de los padres latinos que están preocupados por la calidad del cuidado infantil y el aprendizaje temprano. Según la Encuesta Nacional de Familias Latinas (National Latino Family Survey), los tres temas principales que los padres latinos desean que el gobierno resuelva son: la seguridad de los niños, el acceso a cuidado infantil de calidad y las oportunidades de educación temprana de calidad.
El cuidado de los niños en Estados Unidos
En Estados Unidos, el sistema de cuidado de niños está sufriendo una crisis de vacantes, rotación de personal y un costo exorbitante. Este sistema está sobrecargado por la demanda, pero no puede emplear y conservar a los profesionales del cuidado infantil calificados a causa de los salarios tradicionalmente bajos.
Bajo estas circunstancias, es casi imposible encontrar personal calificado para el cuidado de niños capaz de brindar educación temprana de calidad, terapia del habla y lenguaje, servicios de salud mental o como mínimo, atención individual.
Yolanda dice: “Buscaba estabilidad, comunicación y una atención de mayor nivel. Un cuidado infantil de calidad es aquel en el que pueden ver a tu hijo como un individuo y no como un colectivo. Hay una gran diferencia cuando un niño es tomado en cuenta."
“Tener un certificado no te hace un buen cuidador, ¿verdad? Solo es un papel que certifica que fuiste a las clases, que hiciste lo que debías hacer. Se trata de compasión. Es formar el carácter," expresó.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. considera asequible el cuidado de niños cuando los gastos de desembolso son iguales o inferiores al 7% de los ingresos totales de la familia. Pero, según el estudio realizado en el año 2021, el estadounidense promedio gasta el 13% de sus ingresos en el cuidado de niños. Este costo es particularmente insostenible para los padres jóvenes.
De acuerdo con el informe, "menos del 20 por ciento de los niños que cumplen los requisitos para participar en uno de los principales programas de asistencia federal para familias de bajos recursos (el Child Care and Development Fund) reciben los fondos". Además, a menudo el límite de ingresos excluye a familias como la de Yolanda, que tienen sueldos de clase media-baja y que no pueden costearse o encontrar una guardería sin recibir asistencia.
Esta brecha en el cuidado de los niños pequeños, sobre todo los que tienen dificultades de desarrollo, es crítica. Investigadores de Harvard han descubierto que el 90% del desarrollo cerebral de un niño ocurre antes de los cinco años de edad.
“De haber podido ayudar a Andrew cuando era más pequeño, hubiera sido una gran diferencia,"dice Yolanda. "Pero no pudimos porque no calificaba. Fue algo terrible."
La economía del cuidado social
La ley Build Back Better, un plan de política social monumental propuesto por la administración de Biden, incluye subvenciones para el cuidado de niños y programas preescolares para todos los estadounidenses, pero no fue aprobada por el Senado. Le siguió la Ley Inflation Reduction Act, la cual eliminó durante las negociaciones las disposiciones relativas a la educación preescolar universal, la disminución de los costos de cuidado de niños y la licencia por enfermedad pagada. De acuerdo con un análisis de la CNN, "dichos recortes fueron la novena vez en apenas dos años y medio, en la que se eliminan leyes destinadas a ayudar a las mujeres y a las familias.”
A pesar de que los legisladores siguen reduciendo estos fondos tan necesarios, las investigaciones demuestran continuamente que el cuidado infantil asequible y de alta calidad tiene beneficios económicos enormes. Un estudio de la Oficina Nacional de Investigación Económica estimó que un dólar invertido en los programas para la educación infantil se retribuye más de nueve veces en términos de los beneficios para la sociedad. Entre los beneficios se encuentran mayor rendimiento académico, mayor potencial de ingresos, reducción de las tasas de encarcelamiento y delincuencia y mejores resultados en materia de salud.
“Quisiera decirle algo a los legisladores, es algo muy personal," dijo Yolanda. "Todos los niños merecen una oportunidad, Andrew debió tener el derecho a los recursos para poder recibir una terapia que lo ayudara a ser un mejor estudiante, y a ser una mejor persona."
Según las investigaciones, los efectos multigeneracionales de un cuidado asequible supondría un increíble impulso económico para el país. Si los padres contarán con más ayudas para el cuidado de los niños, podrían destinar más tiempo y dinero a la educación universitaria, la capacitación, la salud mental y el involucramiento comunitario. Además, sus hijos crecerían con un mejor nivel educativo, con mayores salarios a lo largo de su vida e incluso con una mejor calidad de vida.
Las comunidades latinas contribuyen enormemente a la economía y en el ámbito electoral. De acuerdo con el análisis de UnidosUS del año 2022, los latinos constituyen una de las poblaciones de mayor crecimiento en el país, con un incremento del 23% desde el año 2010. Dicho aumento se debe mayoritariamente a los nacimientos, no a la inmigración. Además, tienen una probabilidad superior al 30% de ser dueños de su propio negocio y suponen el 13,1% de los votantes con derecho a voto.
Janet Yellen, Secretaria del Tesoro de EE. UU., escribió: "Es el momento de que tratemos el cuidado de los niños como lo que es: un elemento cuya contribución al crecimiento económico es tan esencial como la infraestructura o la energía."