Jennifer Torres siente una gran admiración y respeto por su comunidad. Es neoyorquina de pies a cabeza, creció en Manhattan y ahora vive en Brooklyn con su esposo y sus dos hijas.
"Lo que me gusta de Brooklyn y de los otros distritos periféricos es que conservan el aire de vecindario y son más residenciales. Es más hogareño", dice Jennifer.
Para Jennifer y su marido, construir una vida para sus hijas en una comunidad donde los vecinos se conocen y confían los unos en los otros no fue fácil en el área metropolitana más grande de los Estados Unidos. Jennifer es de origen humilde. Creció en una vivienda urbana en el piso 25, y a menudo tenía que subir las escaleras cuando los ascensores estaban fuera de servicio. Para colmo, a menudo ocurría en pleno invierno.
Su comunidad era dura, y a menudo había que ser consciente de la propia seguridad, sin bajar nunca la guardia, ni siquiera de niño.
Según la Encuesta Nacional de Familias Latinas del 2022, el 44 % de las familias latinas cree que la seguridad de los niños es un problema importante que el gobierno debería abordar.
Ella no quiso que sus hijas lidiaran con las mismas dificultades, así que trabajó incesantemente para proporcionarles mejores condiciones de vida y darles un ejemplo de cómo ser una administradora de la participación positiva dentro de su comunidad.
"Tratamos de darle a nuestras hijas más de lo que nosotros no tuvimos creciendo. Siempre intento ser voluntaria y asistir a funciones. Si mis hijas me ven haciendo algo y participando en lo que quiero para marcar una diferencia en la comunidad, espero que ellas también lo hagan".
Jennifer y su esposo trabajaron incansablemente para mejorar su situación económica desde su infancia. Sin embargo, la seguridad de los niños es una prioridad para Jennifer, un reflejo de nuestros tiempos.
"Las medidas de seguridad de las armas son una gran preocupación. [Los tiroteos] están ocurriendo en las escuelas en todo el país. A mi hija mayor, que está en secundaria, le digo: 'Si ves algo, di algo'. Crecí en los años 80, las armas estaban en todas partes, pero ahora parece más aceptable que antes'".
Las medidas de seguridad, en particular las de las armas, son una gran preocupación para Jennifer y otras familias latinas en todo el país. De las familias encuestadas, el 81% comparte la preocupación de Jennifer de que su hijo sea víctima de un tiroteo masivo en algún momento de su vida. Además, casi todas (90 %) las familias latinas quieren que los legisladores tomen medidas agresivas para reducir el número de tiroteos masivos en nuestro país.
Las medidas de seguridad de las armas son uno de los muchos temores que las familias latinas deben enfrentar. Para Jennifer y otras familias latinas, el futuro puede parecer incierto y problemático. Sin embargo, a pesar de la complejidad de los problemas externos a los que se enfrenta su familia, Jennifer siempre mira hacia adentro para ver cómo hacer que su vida familiar sea estable y segura. Se enorgullece de estar ahí para sus hijos, de ayudar a su comunidad y de darles la mejor infancia posible.
"Crecer conociendo a tus vecinos da una buena base para decir: 'Tuve una buena infancia'".